En esta entrada os explicaremos lo que hicimos en nuestra escapada de 4 días al departamento de Tarn en el sur de Francia.

El Tarn es un río que nace en las montañas de Cevennes y que más adelante desemboca en el Garona cerca de Toulouse. Además, Tarn es el nombre de un departamento francés situado en el sur de Francia, en la región de Occitania. Albí, su capital, está a unas  4 horas en coche de Cataluña.

Cómo llegar

Llegamos al departamento de Tarn en coche desde Cataluña. Atravesamos la frontera de la Junquera. Una vez en Francia, tomamos la autopista A9 hasta Narbona. Después la A61 hasta Toulouse. Finalmente la A68 hasta nuestra gîte cerca de Gaillac.

Dependiendo de vuestro destino final o de vuestra ruta, en vez de llegar a Toulouse para tomar la A68, podéis salir de la autopista en Carcassone y tomar una carretera nacional en dirección norte con destino Castres.

Para que la ruta se hiciera amena para los niños planeamos una parada más o menos a mitad de camino. Nosotros paramos en el bonito pueblo de Lagrasse, que está situado en el departamento de Aude. Paseamos por el pueblo siguiendo la ruta que está marcada en algunos carteles del pueblo.

Otras opciones para hacer una parada son: Sigean, la reserva Africana de animales. Podéis leer lo que hicimos en el parque en esta entrada. Otras alternativas son el castillo de Salses, la Abadía de Fonfroide o la propia ciudad de Carcassone.

Alojamiento

Nosotros escogimos una gîte rural, que estaba situada muy cerquita de Gaillac. Le Loft Nature Bien-Etre du Tarn es una gîte amplia para 6 personas situada en el campo a unos 10 minutos en coche de Gaillac. En esta población hay un centro comercial para hacer las compras.

Que hacer

Nuestra idea de la escapada era visitar los bonitos pueblos que había cerca de Gaillac. La lluvia limitó algo nuestro viaje. No obstante, fue una escapada otoñal muy interesante, con frío, que agradecimos después del intenso calor del verano.

Visitamos dos bonitas bastidas. El término bastida proviene del occitano “bastida” y se refiere a unos 300 pueblos que fueron fundados en la Edad Media en Occitania y Nueva Aquitania. La creación de muchas bastidas tiene como objetivo organizar el territorio. Muchas veces las bastidas tienen una planta ortogonal con calles organizadas como si de un tablero de ajedrez se tratara. A menudo, existe una plaza central, llamada “Halle”, que es el centro neurálgico de la bastida. A veces estas plazas tienen un porche cubierto.

Lisle-sur-Tarn

La primera bastida es el bonito pueblo de origen medieval Lisle-sur-Tarn. Como su nombre indica, la población está situada a orillas del río Tarn. El pueblo es pequeño y se puede recorrer fácilmente a pie. Nuestra primera parada fue la oficina de información turística, que se encuentra en el centro neurálgico de la villa: la plaza de Paul Saissac. Allí nos dieron el mapa con la ruta a pie por los lugares más interesantes a visitar en la villa.

La plaza de Paul Saissac, es una plaza rectangular con una zona cubierta por un porche. Además de la oficina de Turismo, allí está el Ayuntamiento y el Museo del Chocolate. En el centro de la plaza hay una antigua fuente, regalo de Jeanne de Toulouse. Esta fuente es conocida como “Grifoul”. En la antigüedad la fuente abastecía de agua a los habitantes de la ciudad.

Nuestra primera parada fue el museo del chocolate. El museo es pequeño y por tanto no se tarda mucho en visitarlo. La primera parte de la visita consiste en un vídeo, donde se explica el proceso de elaboración el chocolate. Buena parte de vídeo está en castellano, puesto que entrevistan a productores locales de Suramérica. Después se visita una exposición de unas 30 esculturas de chocolate. Finalmente, hay una degustación de diversos chocolates con una explicación previa. El museo cuenta con una tienda donde comprar los ricos chocolates. Como podéis suponer esta parte fue la preferida de los niños.

En nuestra visita por las calles de la villa destacan las casas antiguas construidas con ladrillo rojo, con entramado de madera y con voladizos. Algunas casas se conectan con otra en el lado opuesto de la calle a través de un puente cubierto, son los famosos «pontets». Estos elementos son característicos de las bastidas.

Cerca de la Iglesia de Notre Dame de la Jonquière, hay un camino que baja hasta el río Tarn. Allí aún se pueden ver los escalones de lo que fue un antiguo embarcadero dedicado al tráfico fluvial. En el siglo XIII Lisle tenía tres embarcaderos en el Tarn. El río permitía el transporte de viajeros y mercancías. Se trató de una ruta comercial muy importante.

Cordes-sur-ciel

La segunda bastida que vistamos es  Cordes- sur-ciel. Fue para nosotros la mejor visita de nuestro corto viaje.

Cordes es una bastida amurallada situada sobre una colina. El nombre actual “Cordes-sur-ciel” fue acuñado oficialmente por el alcalde de la localidad en 1993, puesto que en otoño el pueblo emerge por encima de las nubes de niebla.

Cordes fue fundada en el siglo XIII por el conde de Toulouse Raimond VII. Su fundador se inspiró en nuestra ciudad de Córdoba y puso el mismo nombre a esta nueva ciudad pero en occitano. La ciudad creció y prosperó gracias al trabajo del cuero y de los tejidos. Comerciantes ricos y algunas familias ricas construyeron bonitos edificios góticos que aún perviven. También se construyeron varias líneas de murallas alrededor de la ciudad.

Aparcamiento
Existen dos aparcamientos (ver el mapa): P1 gratis y P2 de pago. Nosotros estacionamos en el aparcamiento de Saint Crucifix (P2). Como era otoño el aparcamiento estaba prácticamente vacío. Desde el aparcamiento P2 hay una buena subida hasta el centro del pueblo.  Para los que no quieran subir todo el tramo hasta la ciudad amurallada, hay un tren turístico a unos 400 metros del aparcamiento, en  la plaza de Jeanne Ramel Cals que os acercará hasta una de las dos puertas de la ciudad amurallada “La Porte des Ormeaux”.

Si necesitáis el mapa del pueblo podéis encontrar una oficina de Turismo en la misma plaza. El sábado, que fue el día en que visitamos Cordes había mercado en la plaza.

Desde la plaza de Jeanne Ramel Cals seguimos subiendo por la Grand rue de l’Horloge. Se trata de una bonita y empinada calle con casas a cada cual más bonita. La calle cuenta con numerosos “Ateliers”. Continuamos subiendo por la Grand Rue de Barbacane hasta llegar a la otra puerta de acceso a la ciudad amurallada: La Porte du Vainqueur. Delante de la puerta se puede contemplar la torre redonda de Barbacane que data de los siglos XIII-XV. Una vez dentro de las murallas recorrimos la ciudad de derecha a izquierda según el mapa.

En el casco antiguo además de perderos por sus preciosas calles podéis contemplar la iglesia de Saint Michel que está junto a la plaza del mismo nombre, la Maison Fonpeyrouse, la plaza cubierta con columnas del mercado (Halle) y el mirador que hay en la Place de la Bride.

Bajando de nuevo hacia el aparcamiento, podéis hacer una parada en  le Jardin des Paradis. Cuando nosotros lo visitamos no había nadie, y la precio de la entrada era la voluntad de cada uno. El jardín cuenta con diversas zonas delimitadas con espacios para sentarse y descansar.

Si os interesa hacer todo el recorrido con el tren turístico, podéis ver en el mapa la flecha naranja que indica la dirección que sigue el tren.

Como curiosidad comentar que Cordes fue elegido en 2014 por un programa de la televisión francesa llamado “Le village préfère des français” el pueblo preferido de los franceses (al menos de los espectadores que lo votaron).

Cordes forma parte de una ruta por el departamento de Tarn conocida como la ruta de las bastidas. Algunos de los pueblos que podéis visitar en esta ruta son Puycelsi una ciudad fortificada, Bruniquel, Penne con los restos del castillo medieval colgado de la roca, Castelnau-de-montmiral una bonita bastida o la propia Gaillac con su abadía de ladrillo rojo dedicada a Saint Michel. Gaillac es también famosa por ser un centro vinícola importane. Desde Gaillac podéis hacer una ruta diferente por los viñedos de la zona.

Albí

Finalmente, aprovechamos nuestra última mañana en Tarn para volver a visitar Albí, su capital. El río Tarn atraviesa al bonita ciudad de Albí. Albí al igual que Lisle-sur-Tarn destaca por sus bonitos edificios construidos a base de ladrillos rojos con entramados de madera. Estos ladrillos se elaboraban a partir de la arcilla roja de la región.

Esta visita a Albí fue breve. Si visitáis Albí por primera vez es interesante ir a la oficina de turismo para conseguir un mapa con los posibles paseos a pie. También podéis tomar el tren turístico. Nosotros aparcamos en el aparcamiento de les lices Vigan y desde allí caminamos hasta la catedral de Sainte Cécile. Nuestro recorrido nos llevó a los bonitos jardines del Palais de la Berbie. La entrada a los jardines es gratuita y desde ellos se puede ver el río Tarn así como el puente viejo y el nuevo sobre el río. En el Palais de la Berbie se encuentra el Museo de Toulouse Lautrec, que visitamos en un viaje previo. 

En este enlace podéis encontrar folletos turísticos de diversos lugares del departamento de Tarn.

 

Otros lugares interesantes

  1. Les jardins de Martels cerca de Gaillac
  2. Las bonitas poblaciones de Lautrec o Castres en el sur del departamento
  3. El valle del Tarn en el este de Albí. 

 

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