Nuestra ruta de los cuentos de hadas por Alemania la hicimos atravesando Francia en coche. A la vuelta de nuestro viaje hicimos dos paradas en dos bonitas ciudades francesas. La primera parada fue en la ciudad de Metz. Esta ciudad del departamento del Mosela está muy cerquita de Luxemburgo, Alemania y Bélgica. De hecho, Metz fue territorio alemán durante la guerra franco prusiana y durante la Segunda Guerra Mundial. La segunda parada fue bastante más cerca de España, en la ciudad de Nîmes. En esta entrada os explicamos lo que hicimos en nuestra parada en Metz.

Metz

Metz se encuentra en la confluencia de los ríos Mosela y Seille. El rio Mosela es un afluente del Rin que visitamos en nuestro primer viaje a Alemania. En aquel primer viaje fuimos invitados a casa de nuestro amigo Reiner que hizo de anfitrión. Podéis leer lo que hicimos en ese viaje aquí.

Llegamos al centro de Metz a las 17 de la tarde en un día de verano en el que hacía un intenso calor. Nos alojamos en un bonito apartamento en el centro de Metz, junto a la plaza de la Catedral de San Esteban, en la calle de la Princerie.

Como íbamos a pasar solo esa tarde en Metz y llevábamos muchas horas en coche decidimos caminar por el centro antiguo de Metz siguiendo las indicaciones de nuestra anfitriona.

Tras salir de nuestro apartamento fuimos a ver la Catedral, conocida como la Linterna de Dios por sus enormes y numerosas vidrieras de colores. Junto a la catedral se encuentra el mercado municipal de Metz.

De allí cruzamos el puente de Roches para dirigirnos a una de las islas que hay sobre el Mosela. Tras cruzar el puente nos encontramos con la iglesia protestante conocida como Templo Nuevo que fue construida el siglo pasado. Entramos en los jardines que hay detrás de esta iglesia conocidos como los jardines del amor.

Tras salir de los jardines nos dirigimos a la plaza de la opera. Alrededor de la fuente se había instalado una exposición dedicada al comercio fluvial por el río Mosela. La exposición contaba con plantas y arboles de la región y un antiguo barco.

Tras acabar nuestro paseo volvimos a cruzar el rio para buscar un lugar para cenar. Nuestra anfitriona nos había recomendado un restaurante detrás del mercado. Comimos en Le bistrot de G.

Nos llevamos muy muy buena impresión de la ciudad de Metz. Es una ciudad de tamaño medio muy agradable para pasear.  Me supo mal no haber planificado un día extra para visitar toda la ciudad. La parte del casco antiguo que visitamos me pareció muy bonita. O sea que tendremos que volver en otra ocasión.

Alojamiento en Metz

En Metz nos alojamos en el centro, a escasos 2 minutos a pie de la Catedral de San Esteban. Nos alojamos en un apartamento llamado la Princeríe, por estar ubicado en una calle con el mismo nombre. El apartamento es muy acogedor. Tiene un amplio salon comedor con un sofá cama donde durmieron los niños. Una cocina totalmente equipada un baño con ducha y una habitación de matrimonio. El apartamento está situado en un edificio antiguo del centro.