Cuando visitamos Armenia ( 2002), el país estaba patas arriba, todo estaba en obras(como si se avecinaran las elecciones municipales): carreteras, puentes en construcción, aceras, edificios, y para colmo todos los museos de Yerevan (su capital) estaban cerrados por reformas.

Esperábamos poder visitar la famosa biblioteca de Matenadaran (http://www.matenadaran.am/) donde se conservan más de 17.000 manuscritos armenios que describen la cultura armenia antigua escritos (lógicamente) en lengua Armenia usando el Alfabeto Armenio según parece una joya para la paleo-lingüística. Los manuscritos armenios son famosos por la calidad de la tinta utilizada en su elaboración. Lamentablemente, tuvimos que conformarnos con una vista exterior del edificio y un par de fotos junto a la estatua de Mesrop Mashtots el creador del alfabeto armenio (siglo V d.c). El único museo que pudimos visitar en la ciudad fue el museo del genocidio armenio, que conmemora la matanza armenia a manos de los turcos otomanos en 1915. Para los armenios con los que hablamos, el recuerdo de la matanza persiste, y el hecho de que Turquía no reconozca el genocidio no ayuda a suavizar las relaciones entre ambos países.

Afortunadamente el reto del país no estaba cerrado por obras y vimos muchas cosas de las que hablaremos en otra ocasión hasta hablaremos de la tradición pastelear armenia. Osos de Viajes