Viaje realizado en 2008.

El nombre de Samarcanda ha inspirado y atraído al corazón de Asia central a personajes como Alejandro Magno, o Marco Polo. Aunque Samarcanda es una ciudad muy antigua, que cuenta con más de 2500 años de historia, Gengis Khan se encargó de arrasarla por completo en el siglo XIII. La ciudad que ha perdurado hasta nuestros días, con sus fantásticos monumentos cubiertos con “majolicas” o azulejos de colores, fue construida por Timur, también conocido como Tamerlan, quien convirtió la ciudad de Samarcanda en la capital de su imperio. Uno de los nietos de Timur, Ulugh Beg, se encargó de la construcción de algunos de los edificios más emblemáticos de la mítica ciudad.

Lamentablemente, el bullicio que debió caracterizar a la ciudad en el pasado, ha desaparecido. Su fantástico conjunto monumental es lo que ha sobrevivido hasta nuestros días de la famosa ciudad de la ruta de la seda.

Llegamos a Samarcanda al atardecer procedentes de Bujara. Nada más dejar las cosas en el hotel, decidimos caminar por la ciudad con destino al Registán, uno de los lugares más emblemáticos de todo Uzbekistán. Para mi era sin duda uno de los puntos culminantes de nuestro viaje. A medida que nos acercábamos, los azulejos de colores que decoran las paredes del Registán, brillaban iluminados por la luz del atardecer. Aunque visitamos el complejo en una segunda ocasión, nada puede superar la majestuosidad del Registán a la puesta de sol.

La palabra “Registán” significa “lugar de arena” en persa. El Registán fue la plaza central de Samarcanda en el siglo XIV, donde confluían seis calles de la ciudad. Posteriormente, en la época de Timur, fue el centro comercial de la ciudad. El nieto de Timur, Ulug Beg la convirtió en un importante centro espiritual.

La madrasa más antigua que se conserva en la plaza, fue construida precisamente por Ulug Beg.  La plaza del Registán cuenta con tres madrasas impresionantes. La primera y más antigua es la madrasa de Ulug Beg, que data del siglo XV. El arco de entrada a la madrasa representa un cielo estrellado; un tema muy apropiado si tenemos en cuenta que entre otras cosas, Ulug Beg era astrónomo. La madrasa fue un centro de aprendijaze muy importante y cuenta con una plataforma para la observación de las estrellas.  

 

La madrasa de Sherdor (o de los leones) fue construida en el siglo XVII imitando la madrasa de Ulug Beg. El arco principal está coronado por un par de leones, a los que el Islam concedió bula.

La tercera madrasa, es la madrasa de Tillya-kari, que fue contraída como madrasa y mezquita principal de la ciudad, puesto que la mezquita que había sido construida para ese fin, estaba en ruinas. Esta madrasa se construyó en el siglo XVII aunque su cúpula no se acabó hasta el siglo XX. La madrasa de Sherdor y la de Tillya-kari, fueron construidas por el gobernador de Samarcanda Yalangtush-biy en el siglo XVII, para sustituir a los edificios que ocupaban sendos lugares con anterioridad, y que se encontraban en ruínas.