A principios de Diciembre pasé un fin de semana largo en Salamanca, tierra de buen cerdo ibérico y grandes «chuletones». Allí comer, se comemuy bien. Pero se trata de eso: comer.
Aquí, en Japón es otro rollo. Aquí uno intuye que comer es una actividad cultural. Todo debe ser «mono». Los platos deben estar bien presentados, decorados y equilibrados en texturas, sabores, aromas y colores.
Allá donde comemos, sea en restaurantes familiares, restaurantes de sushi o en puestos por la calle todo es exquisito, no nos quedamos con hambre y tenemos la conciencia tranquila, porque además esta todo muy bien equilibrado y no engorda (y con las palizas de caminar que hacemos tampoco engordaríamos).
Por las calles hay muchas tiendas donde hacen comida tradicional, a menudo a través de los cristales podemos ver las cocinas, hornos, molinos y otras máquinas que utilizan para preparar estas «tapas» calentitas, o dulces deliciosos: los «mochis» están hechos de una pasta de arroz aromatizada con té verde y rellenos de puré de soja dulce, o «wonton» (palabra china) dulce …) y están bastante chiflados para vender helados en enero. También se vende sushi para llevar u otros tipos de cominda deliciosa, según el barrio.

Los «obentos» son cajita para llevar donde puedes encontrar una comida bien equilibrado y una obra de arte. Todo bien puesto y combinado. Se venden sobre todo en las estaciones de tren, y son perfectos en los trenes bala. Ya sabemos que nos llévese por el avión de vuelta 😀.

Nos podríamos alimentar tranquilamente de estos tipos de comida y salir de Japón gastronómicamente satisfechos. Pero el problema es que en este país no hay ni un banco para sentarse !!! Y además hace frío caray. Así que acostumbramos a comer y cenar en restaurantes de uno u otro tipo. Aunque sólo sea para poder sentarse y estar calientes. Esto si, las sorpresas gastronómicas continúan.

Los «Family Restaurants» son la respuesta japonesa a las franquicias que intentan invadir el mundo (y parece que el mundo contrataca, pero eso será otro artículo). Restaurantes caseros de precio intermedio (unos 1.200 yenes por comida, unos 14 €) donde acostumbramos a tomar un plato (tempura, carne rebozada, pescado, curry) con verduras encurtido y una sopa miso; o bien un Ramen bien bueno.
Y no olvidemos la servesa japonesa y el Sake!