Cuando uno viaja suele pasar por lugares donde han ocurrido eventos históricos. Por ejemplo podemos visitar Berlin y contemplar los restos del Muro de Berlin que cayó en los años 90 arrastrando el resto del telón de acero. Pero el telón de acero no ha terminado de caer todavía. Al terminar la segunda guerra mundial los dos bandos ganadores (americanos y soviéticos) se repartieron la península de Corea ( desde principios de S.XX en manos del imperio Nipón (o sea Japón)) en dos mitades limpiamente separadas por el paralelo 38º.
Como en Alemania, familias y amigos se vieron separados por una frontera motivada por una lucha de poder externa. Loa alemanes fueron castigados por liarla a lo grande y los coreanos por haber formado parte del ejercito japonés que los tenia invadidos desde hacia casi treinta años. Es entonces cuando se montó el pollo. Los Nor-coreanos volaron el tratado y entraron a saco cruzando el paralelo 38º y conquistando el 90% de la península. Entonces los americanos entraron en el conflicto y empujaron al bando comunista casi hasta China, momento el cual el ejercito del pueblo chino tomo cartas en el asunto… Resultado: tras dos años de combates, dos millones de muertos y la devastación, miseria e infamia que acompañan a todas las guerras la frontera se volvió a dibujar (in poco más irregularmente esta vez) sobre el paralelo 38.
Fue entonces cuando se acordó establecer una zona desmilitarizada ( Demilitarized Zone DMZ) de varios kilometros a ambos bandos de la frontera. Las naciones unidas vigilan esta zona para evitar que los ejércitos de ambos bandos se enzarcen en combates espontáneos. Son ya muchas las veces en que los guardas de ambos lados de la frontera se han enfrentado en peleas o tiroteos porque alguien ha mirado mal a alguien. «No señaléis con el dedo» nos dice el guía «o pueden pensar que estáis apuntando con un arma y os pueden disparar».
Tierra de nadie, túneles descubiertos a 300 metros bajo tierra por si la ocasión de invadir se presenta, venta de camisetas y otros souvenir, el puente del no retorno donde intercambiaron miles de prisioneros en el 52… el telón de acero sigue ahí. Al otro lado de la frontera vemos montañas peladas, sin arboles ni setos. Los han talado los del norte para calentar sus casas ya que no tienen dinero para combustible para calefacción. El gobierno se lo gasta en más bombas… Si pasáis por Seul y os apetece, podéis encargar una excursión a la DMZ desde aquí.
Osos de viaje en Seul.

¿Ya has hecho pumses en algún parque? ¿Un yop-chagui en lo alto de algún monte?