Información de viaje realizado en verano de 2007.

A primera hora de la mañana cogimos un vuelo de la compañía China Eastern con destino a Dali (precio: 60 euros). El vuelo duró unos 30 minutos y desde el avión supimos que nos aproximábamos a Dali al contemplar el lago Erhai, uno de los lagos alpinos más grandes de Chinasituado a casi 2000 metros de altura.

Los alrededores del lago Erhai cuentan con diversos pueblos y pequeñas ciudades donde vive la gente de la minoría Bai (Bai significa blanco en mandarín), una de las minorías étnicas del Yunnan. Los Bai, también llamados “Baizi” o “Baini”, representan casi el 50 por ciento de la población de Dali. Se trata de un pueblo muy antiguo que ha vivido en los alrededores del lago Erhai desde hace muchas generaciones. Se dice que sus antepasados han habitados estas tierras desde hace más de 3000 años. Durante la dinastía Tang los Bai se organizaron, con éxito, para luchar contra el ejército imperial y tras su victoria establecieron el reino Nanzhao, que tuvo gran influencia en el sudeste asiático.

Volviendo al aeropuerto, en realidad el aeropuerto conocido como “Aeropuerto de Dali”, se encuentra situado en Xiaguan, capital de la prefactura de Dali, al sur este del lago Erhai. Xiaguan también es conocida como la ciudad moderna de Dali, por lo que a veces puede haber confusión a la hora de llegar a Dali. El destino de la mayoría de viajeros suele ser la ciudad antigua de Dali y no Xiaguan. Para llegar a la ciudad antigua de Dali, tomamos un taxi que nos costó 90 yuanes (50 si vais a Xiaguan) y es importante enseñarle al taxista la dirección completa para que no haya confusión entre la ciudad antigua y la moderna.

La ciudad antigua de Dali es una ciudad amurallada. Existen cuatro puertas de entrada a la ciudad antigua orientadas según los puntos cardinales. Las dos puertas más antiguas son la norte y la sur. En la puerta sur se puede subir a la muralla por 5 yuanes (aunque sólo te cobran cuando hay alguien de humor para vigilar el chiringuito).

Nuestra entrada preferida a la ciudad es por la puerta norte, porque esa zona no está totalmente orientada al turismo, y hay que cruzar un barrio habitado por los locales (es decir, sin estar plagado de hoteles y guest houses). Allí hay un montón de talleres donde la gente trabaja en diversos oficios, entre ellos el tallado del mármol, del que la región dispone en abundancia. Por la puerta sur es por donde suelen entrar todos los grupos de turistas y sólo se ven tiendas de souvenirs. La calle principal de la ciudad que une la puerta norte y la sur es Fu xing lu, aunque yo prefiero la calle paralela a esta llamada Boai lu. Si entráis por la puerta norte y os desviáis para tomar Boai lu veréis a lo que me refiero.

La ciudad de Dali es el lugar ideal para hacer una parada en vuestro camino y para pasar unos días tranquilos. Hay un montón de locales donde se puede alquilar una bici por 15 yuanes al día y con ella se puede explorar la parte occidental del lago Erhai. Nosotros tuvimos la mala suerte de que durante nuestra estancia en Dali llovió la mayoría del tiempo, por lo que la visibilidad fue muy mala. Este es uno de los inconvenientes de visitar el Yunnan en verano, puesto que es temporada de lluvias.

Entre las visitas que se pueden hacer en Dali y en sus proximidades, destaca el recinto del templo Chongsheng y las tres pagodas (San Ta) situado a una media hora andando del centro de Dali en dirección noroeste (también se puede tomar el autobús 19 en Boai lu hasta las pagodas por un yuan). Aunque a primera vista puede parecer que el recinto es pequeño, en realidad se trata de un complejo enorme donde las pagodas forman una pequeña parte. La pagoda más antigua de las tres llamada “qianxunta” data del siglo VIII. Hay que dedicar medio día para visitar este complejo y conviene ir temprano (abren a las 7 de la mañana) porque enseguida se llena de grupos de turistas chinos. La entrada al complejo no es barata, cuesta 120 yuanes (la mitad con carnet de estudiante e incluso se puede entrar gratis si se camina un trecho por la calle que sube hacia el monte en el extremo norte del parque, pasado el hotel hay un callejón que entra directo… si nadie vigila te puedes colar, pero no se lo digáis a nadie :-D).

Otra visita interesante es subir a la montaña Cangshan y pasear por el cinturón de jade. El cinturón de jade es un camino serpenteante de niebla que corta en dos partes la montaña Cangshan. A la altura de la niebla se ha construido un camino de más de 6 Km que recorre la montaña de norte a sur. A lo largo del camino hay desvíos que te llevan a rincones espléndidos. La montaña Cangshan forma un parque natural (entrada 60 yuanes), y se puede llegar al parque de diversas formas. La primera es a través de un teleférico que se puede coger fuera de la ciudad antigua, siguiendo la calle que sube en dirección a la montaña desde la puerta oeste de la ciudad antigua. Nada más cruzar la carretera principal hay un cartel que anuncia el teleférico. Muchos ciclistas usan el teleférico para realizar esta excursión.

Otra forma de visitar el parque es montados a caballo en una excursión desde la puerta oeste de la ciudad antigua. Para hacer la excursión hay dos vías, la primera contactar con uno de los señores que pasean por la ciudad mostrando de fotos de turistas felices y contentos con su caballo, y la segunda ir a alguno de los múltiples locales de la ciudad que ofrecen esta excursión. Nosotros nos decantamos por la excursión a caballo y fue una de las mejores excursiones del viaje.

Salimos de Dali a caballo hacia la montaña mientras llovizneaba. Los caballos nos llevaron durante más de una hora de duro ascenso por un empinado sendero que se abría camino entre el bosque tupido, la lluvia y la niebla. Cuando ya dominábamos el arte de mantenernos erguidos sobre la silla mientras nuestros caballos trepaban literalmente, y el guía nos seguia a pie!! llegamos al cinturón de jade. Desde allí seguimos el camino a pie durante un rato para contemplar el espléndido paisaje de la montaña. El guía nos llevó a un lugar pintoresco con un nombre tipico de esos que ponen en china «las 9 gargantas del dragon de jade» o algo por el estilo y que incluso de mencionaba en la Lonely Planet. La excursión en caballo duró medio día y nos costó 65 yuanes (más 30 de la entrada al parque) aunque si queréis pasear por el parque podéis pasar el día entero.

Otra de las opciones interesantes es hacer un crucero por el lago Erhai, para visitar diversos puntos tanto en la orilla oriental como en la orilla occidental del lago. Algunos de los lugares más interesantes son: en la orilla oriental la isla de Putuo y el pueblo de Wase, y en la orilla oriental la fuente de la mariposa. En una de la agencias de la ciudad ofrecían un tour de un día completo por el lago, la visita de las tres pagodas más el almuerzo por unos 300 yuanes, las excursiones de medio día costaban unos 120 yuanes. También se puede coger alguno de los ferries que salen del muelle de Xiaguan, aunque tienen baja frecuencia y normalmente van llenos.

Comidas

Pasemos ahora a hablar de la comida. En la ciudad antigua hay multitud de restaurantes con gran variedad de comida. A menudo los restaurantes exponen sus productos frescos (verduras y setas) en la entrada del local. Lo único que tenemos que hacer para comer es señalar lo que queremos y (opcionalmente) como queremos que nos lo preparen. En yu er lu junto a yu er park (esquina noroeste) hay un buen restaurante. Lo reconoceréis porque es un local grande con un señor en la entrada con gorro de chef para atraer a los clientes. Dentro, un chico joven cocina con el wok mirando hacia la calle y el local siempre tiene gente. En el parque tienen un par de peceras con peces vivos y los niños de la familia se dedican a “pescarlos” para la cazuela. En este local no vimos nunca extranjeros pero sí multitud de chinos y la comida es excelente. También tienen una carta con algunos platos en inglés. Otra opción para comer y contratar tours es el sisters’s café en Boai lu 92 (entrando a la ciudad por la puerta oeste a 5 minutos en dirección sur). Este local es curioso porque tienen los tours que ofrecen en una especie de álbum con fotos de la gente que ha hecho el tour. Una de las chicas habla algo de inglés.

La comida de Dali se basa en productos frescos como las verduras y las setas y el pescado de río que se pesca en el lago Erhai. Uno de los platos típicos es una sopa de pescado con fideos y verduras que suele tomarse entre varias personas.

El centro neurálgico de los extranjeros en Dali lo forman las calles ren min lu y hu guo lu. Se trata de un par de calles donde sólo hay restaurantes orientados a extranjeros. En estos locales tienen comida occidental como pizzas o hamburguesas. Eso si, los precios no son bajos. El ambiente en estas calles es totalmente diferente al del resto de la ciudad. Es, como si de golpe, entráramos en una especie de Ibiza en China.

A la hora de alojarnos en Dali la oferta principal la forman los albergues y guesthouses, aunque también hay hoteles de diversas categorías.

Compras

Pasemos ahora a la sección de compras. En Dali hay multitud de tiendas de souvenirs de productos artesanales. Se pueden comprar carteras o bolsos de piel o tela, prendas de vestir de diversos estilos, objectos de decoración, objetos tallados de mármol y libros. A lo largo de Fu xing lu hay diversas librerías donde podréis encontrar libros en inglés muy interesantes. Nosotros compramos a muy buen precio, un libro para viajar por el Tíbet, otro de acupuntura y un libro con los 500 caracteres básicos en mandarín (por si estáis aprendiendo chino).