Viaje realizado en diciembre de 2008.
La ruta de las Kashbas es un recorrido por el sur del Alto Atlas marroquí que permite visitar una serie de fortalezas o fortificaciones construidas con adobe de color rojo, que es el color de sur de marroquí. Normalmente las Kashbas representan un complejo de edificaciones unifamiliares situadas en proximidad para su defensa y protección. Así llegaron a construirse auténticos pueblos fortificados.
Este camino comienza generalmente en la ciudad de Ouarzazate. Se puede llegar a Ouarzazate directamente en avión o por carretera desde Marrakech , atravesando el Atlas por el puerto de montaña de Tizi n’Tichka situado a unos dos mil metros. Nosotros atravesamos el Atlas por carretera. En las laderas de las montañas encontramos pequeños pueblos con casas de arcilla, antiguos asentamientos bereberes, que se integran perfectamente con el paisaje.
Sin duda la Kashba más espectacular del sur de Marruecos es la de Ait Benhaddou, situada a unos 30 Km de Ouarzazate, en el margen del río Margán (imagen de la foto destacada). Sus orígenes se remontan al siglo XI y se construyó para proteger el intenso tráfico comercial procedente del sur que cruzaba el Altas para llegar a Marrakech. La Kashba esta rodeada por una muralla con puertas monumentales. En el interior se puede pasear por sus calles y por sus casas. Se puede subir hasta la cima de la colina desde donde hay unas vistas espléndidas. El río Margán separa la fortaleza del pueblo nuevo donde hay algún hotel y restaurantes. Esta espectacular fortaleza fue declarada patrimonio de la UNESCO en 1987 y ha sido utilizada en diversas ocasiones para el rodaje de películas. En la ciudad de Ouarzazate hay diversos estudios cinematográficos. Podeís encontrar un post sobre este álcazar aquí.
En la propia ciudad de Ouarzazate se encuentra la Kashba de Taurirt, en otros tiempos residencia del Pacha de Marrakech. Se pueden visitar los antiguos aposentos, el comedor y la habitación de la favorita. Lo mas destacado de estas estancias es su techo de madera pintado. No vale la pena contratar un guía para la visita, puesto que la información que dan es mínima. Además de la residencia se puede pasear por las estrechas calles de la Kashba.

Por último, visitamos la Kashba de Amerhidl (s. XVII) situada en el oasis de Skoura. Tiene restaurante y un pequeño museo. Aparece en el billete de 50 dirhams.

